A pesar de que mi técnica de hacer pescado a la plancha es lamentable, los salmones (aka, trillas) resultaron fantásticos (pronto agregaré imágenes). La receta de “salmonetes a la plancha con patatas aceitunas y albahaca“, que encontramos en soitu, es engañosamente sencilla--como suelen ser las mejores recetas, particularmente en tiempo de calor-- y de aire mediterraneo (¡el otro lado del mundo!).
Empiezas por poner a hervir las papas/patatas (idealmente yukón, pero no teníamos a mano), que deben quedar firmes para cortar en rodajas. Pones las rodajas en una fuente extendidas, como base, y salpimentas con alegría. Esparces aceitunas previamente rebanadas y hojas de albahaca sobre las papas. Cubres generosa y alegremente con un buen aceite de oliva.
Simultáneamente, o si tienen nuestra suerte, mientras uno hace aquello, el otro salpimenta y pone una delgada capa de harina (o si sois más afortunados Wonka) sobre los salmonetes limpios y enteros (para dos personas, usamos seis bastante pequeños). Se fríen sobre un poco de buen aceite de oliva virgen. En este caso, la calidad del aceite de oliva es crucial pues la rebanadas de papa lo deben absorber, y los salmonetes se impregnarán.
El resultado es delicioso y genial para una tarde acalorada. Se sirve mejor templado que caliente. La riqueza y simpatía de los sabores es indudable. Además, con un poco de pan es una comida completa. Aunque nosotros acompañamos con una ensalada de lechugas variadas. Supongo que lo mejor sería un Chardonney bien fresco, pero una cerveza rubia local no desmereció e hizo más llevadero el calor.
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